Servicios

---

La neurología es una rama de la medicina que se especializa en el estudio y el tratamiento de los trastornos del sistema nervioso central y periférico. Este sistema incluye el cerebro, la médula espinal, los nervios periféricos y los músculos. Los médicos especializados en neurología, conocidos como neurólogos, se dedican al diagnóstico y tratamiento de una amplia variedad de enfermedades y trastornos neurológicos.

Los neurólogos evalúan y tratan condiciones que afectan al sistema nervioso, como enfermedades cerebrovasculares (como accidentes cerebrovasculares), epilepsia, enfermedades neurodegenerativas (como la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Parkinson), trastornos del movimiento, esclerosis múltiple, migrañas, trastornos del sueño, trastornos neuromusculares, entre otros.

El trabajo de un neurólogo implica una combinación de habilidades clínicas, diagnósticas y terapéuticas. Realizan evaluaciones detalladas del paciente, incluyendo exámenes neurológicos, pruebas de diagnóstico por imágenes como resonancias magnéticas o tomografías computarizadas, y en algunos casos, pruebas de laboratorio para evaluar la función neurológica y descartar otras condiciones médicas.

Una vez que se realiza un diagnóstico, los neurólogos pueden prescribir tratamientos farmacológicos, terapias de rehabilitación, cambios en el estilo de vida y, en algunos casos, procedimientos quirúrgicos para ayudar a manejar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente.

En resumen, la neurología es una especialidad médica dedicada al estudio, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades y trastornos que afectan al sistema nervioso. Los neurólogos desempeñan un papel fundamental en el cuidado de pacientes con una amplia variedad de condiciones neurológicas, trabajando para mejorar la salud y el bienestar de aquellos que sufren estos trastornos.

La terapia de pareja, también conocida como terapia matrimonial o terapia de relaciones, es un tipo de tratamiento psicológico diseñado para ayudar a las parejas a resolver conflictos, mejorar la comunicación y fortalecer su relación. Se centra en abordar los problemas que surgen dentro de la relación de pareja y en encontrar formas constructivas de superarlos.

Durante las sesiones de terapia de pareja, la pareja se reúne con un terapeuta especializado en terapia de relaciones. El terapeuta facilita el proceso ofreciendo un entorno seguro y neutral donde ambos miembros de la pareja pueden expresar sus preocupaciones, sentimientos y puntos de vista. El objetivo es mejorar la comprensión mutua, fomentar la empatía y encontrar soluciones que satisfagan las necesidades de ambas partes.

La terapia de pareja puede abordar una variedad de problemas, que van desde conflictos de comunicación y diferencias en la crianza de los hijos hasta infidelidades, problemas sexuales, cambios en la dinámica familiar, estrés financiero, entre otros. El terapeuta trabaja con la pareja para identificar los patrones de interacción poco saludables y enseñar habilidades de comunicación y resolución de conflictos que les ayuden a abordar estos problemas de manera efectiva.

Los enfoques terapéuticos utilizados en la terapia de pareja pueden variar según las necesidades específicas de la pareja y el estilo del terapeuta. Algunas modalidades comunes incluyen la Terapia de Pareja Centrada en Emociones (EFT), la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) para parejas, la Terapia Breve Estratégica, entre otras. Estos enfoques pueden incluir técnicas como el mapeo de conflictos, la reestructuración cognitiva, la negociación de compromisos y la promoción de la intimidad y la conexión emocional.

En resumen, la terapia de pareja es un enfoque terapéutico centrado en ayudar a las parejas a abordar los problemas dentro de su relación, mejorar la comunicación y fortalecer su vínculo emocional. Es un recurso valioso para las parejas que enfrentan dificultades en su relación y desean trabajar juntas para superar los desafíos y construir una relación más satisfactoria y saludable.

La terapia familiar es un enfoque terapéutico que se centra en comprender y abordar los problemas que afectan a las relaciones y dinámicas familiares. En lugar de centrarse únicamente en el individuo, la terapia familiar reconoce que los problemas psicológicos y emocionales de un miembro de la familia pueden estar influenciados por las interacciones y patrones de comunicación dentro del sistema familiar en su conjunto.

Durante las sesiones de terapia familiar, los miembros de la familia se reúnen con un terapeuta capacitado para explorar y trabajar en los desafíos que enfrentan como grupo. El terapeuta facilita el proceso proporcionando un entorno seguro y de apoyo donde los miembros de la familia pueden expresar sus preocupaciones, conflictos y emociones, y trabajar juntos para encontrar soluciones constructivas.

La terapia familiar puede abordar una variedad de problemas, incluyendo conflictos intergeneracionales, problemas de comunicación, cambios en la estructura familiar (como divorcio o reorganización familiar), adicciones, enfermedades mentales, traumas familiares, entre otros. El objetivo de la terapia familiar es mejorar la comunicación, fortalecer las relaciones, promover la comprensión mutua y encontrar formas saludables de resolver conflictos y enfrentar desafíos como familia.

Los enfoques terapéuticos utilizados en la terapia familiar pueden variar dependiendo de las necesidades específicas de la familia y el estilo del terapeuta. Algunas modalidades comunes incluyen la Terapia Familiar Sistémica, la Terapia Estructural, la Terapia Narrativa, la Terapia Breve Estratégica, entre otras. Estos enfoques pueden involucrar técnicas como el mapeo familiar, el juego de roles, la resolución de problemas, la reconstrucción de la historia familiar y la promoción de la empatía y la comprensión entre los miembros de la familia.

En resumen, la terapia familiar es un enfoque terapéutico centrado en abordar los problemas de relación y dinámicas dentro de una familia, con el objetivo de mejorar la comunicación, fortalecer los lazos familiares y promover el bienestar emocional de todos los miembros de la familia.

La terapia grupal es una forma de tratamiento psicológico en la que un terapeuta facilita un grupo de personas que comparten experiencias y preocupaciones similares. En lugar de trabajar individualmente con un terapeuta, los participantes se reúnen regularmente en un entorno terapéutico para explorar y abordar sus problemas emocionales, mentales o de comportamiento en un contexto de grupo.

En la terapia grupal, los miembros del grupo tienen la oportunidad de compartir sus pensamientos, sentimientos y experiencias con los demás, así como de recibir apoyo y retroalimentación de los compañeros y del terapeuta. Este entorno colaborativo puede ofrecer una sensación de comunidad, comprensión y pertenencia que puede ser beneficiosa para el proceso terapéutico.

La terapia grupal puede abordar una amplia variedad de temas y problemas, como la depresión, la ansiedad, los trastornos de la alimentación, el trauma, las relaciones interpersonales, la adicción y muchos otros. Algunos grupos pueden tener un enfoque específico, como la terapia de duelo, la terapia de habilidades sociales o la terapia de recuperación de adicciones, mientras que otros grupos pueden ser más generalistas y tratar una variedad de temas.

El terapeuta facilita el grupo proporcionando estructura, apoyo y orientación, pero el foco principal está en la interacción entre los miembros del grupo. A través del proceso de compartir y relacionarse con los demás, los participantes pueden desarrollar una mayor conciencia de sí mismos, explorar nuevas perspectivas, experimentar la empatía y aprender habilidades para abordar sus dificultades de manera más efectiva.

En resumen, la terapia grupal ofrece un entorno terapéutico único donde las personas pueden recibir apoyo, comprensión y orientación mientras trabajan en sus problemas emocionales, mentales o de comportamiento junto con otros que comparten experiencias similares.

La psicoterapia individual es un tipo de tratamiento psicológico en el que una persona se reúne regularmente con un terapeuta para explorar y abordar sus problemas emocionales, mentales o de comportamiento. Es un proceso colaborativo en el que el terapeuta y el cliente trabajan juntos para comprender los desafíos específicos que enfrenta el cliente y desarrollar estrategias para superarlos.

En la psicoterapia individual, el cliente tiene la oportunidad de hablar abierta y confidencialmente sobre sus pensamientos, sentimientos, experiencias pasadas y preocupaciones presentes. El terapeuta brinda un entorno seguro y de apoyo en el que el cliente puede explorar sus emociones, identificar patrones de pensamiento y comportamiento poco saludables, y desarrollar habilidades para afrontar mejor los desafíos de la vida.

El enfoque terapéutico puede variar según las necesidades individuales del cliente y la orientación del terapeuta. Algunas formas comunes de psicoterapia individual incluyen la terapia cognitivo-conductual (TCC), la psicoterapia psicodinámica, la terapia humanista, la terapia de aceptación y compromiso (ACT), entre otras. Estas modalidades terapéuticas pueden enfocarse en diferentes aspectos, como cambiar patrones de pensamiento negativo, explorar las influencias del pasado en el presente, fomentar la autoaceptación y la comprensión emocional, o promover el compromiso con valores personales.

En resumen, la psicoterapia individual proporciona un espacio seguro y de apoyo donde las personas pueden trabajar en sus dificultades emocionales, mentales o de comportamiento con la ayuda de un profesional capacitado.

EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares, por sus siglas en inglés) es una terapia psicológica que fue desarrollada por la psicoterapeuta Francine Shapiro en la década de 1980. Se utiliza principalmente para el tratamiento de trastornos relacionados con el trauma, como el trastorno de estrés postraumático (TEPT), aunque también puede ser eficaz para otras afecciones psicológicas.

La terapia EMDR se basa en la idea de que los recuerdos perturbadores y traumáticos no están completamente procesados por el cerebro y pueden quedar almacenados de manera disfuncional, lo que lleva a la persistencia de los síntomas traumáticos. Durante una sesión de EMDR, el terapeuta guía al paciente a través de una serie de movimientos oculares, sonidos u otros estímulos bilaterales mientras este se enfoca en el recuerdo traumático. Esta estimulación bilateral se cree que facilita el procesamiento adaptativo de la memoria, lo que puede conducir a una reducción en la intensidad de los síntomas traumáticos y a una integración más saludable de la experiencia traumática en la vida del individuo.

El proceso de EMDR generalmente implica varias fases, que incluyen la historia clínica, la identificación de objetivos terapéuticos, la desensibilización de los recuerdos traumáticos, la instalación de recursos positivos y el cierre. Aunque la estimulación bilateral (a menudo mediante movimientos oculares) es una característica distintiva de la terapia EMDR, el enfoque también incorpora técnicas de otras modalidades terapéuticas, como la terapia cognitivo-conductual (TCC) y la terapia psicodinámica.

La terapia contextual es un enfoque psicoterapéutico que se centra en comprender el contexto en el que ocurren los problemas psicológicos y en cómo las interacciones entre diferentes aspectos del entorno de una persona afectan su bienestar mental. Este enfoque reconoce que los problemas emocionales y conductuales no solo están determinados por factores internos (como pensamientos y sentimientos), sino también por factores externos (como relaciones interpersonales, entorno social, cultural y económico).

La terapia contextual se basa en la premisa de que el cambio terapéutico ocurre cuando se abordan y se modifican los aspectos problemáticos del contexto en el que una persona vive y se relaciona. Esto puede implicar explorar y modificar patrones de interacción, roles sociales, creencias culturales y estructuras familiares, entre otros aspectos.

Algunas formas específicas de terapia contextual incluyen la Terapia Familiar Contextual (CFT, por sus siglas en inglés), que se centra en las dinámicas familiares y las relaciones intergeneracionales, y la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT, por sus siglas en inglés), que se enfoca en ayudar a las personas a aceptar sus pensamientos y emociones difíciles mientras se comprometen con acciones valiosas y significativas en sus vidas.

La Terapia Cognitiva Basada en Mindfulness (MBCT, por sus siglas en inglés) es una forma de terapia que combina principios de la terapia cognitiva con prácticas de atención plena o mindfulness. Fue desarrollada inicialmente para prevenir recaídas en personas que han experimentado episodios recurrentes de depresión, pero se ha utilizado con éxito en una variedad de trastornos mentales y problemas emocionales.

Aquí hay una descripción general de cómo funciona la Terapia Cognitiva Basada en Mindfulness:

1. Conciencia Plena (Mindfulness): La atención plena implica prestar atención al momento presente de manera intencional y sin juzgar. En MBCT, se enseñan técnicas de mindfulness, como la meditación de atención plena y la observación consciente de pensamientos y emociones.
2. Conexión Cuerpo-Mente: MBCT enfatiza la conexión entre la mente y el cuerpo. Se anima a los individuos a prestar atención a las sensaciones físicas y a cómo estas se relacionan con sus estados emocionales y pensamientos.
3. Identificación de Patrones de Pensamiento Automático: La terapia cognitiva se centra en identificar y cambiar patrones de pensamiento negativos o automáticos que pueden contribuir a problemas emocionales. MBCT utiliza la atención plena para ayudar a las personas a observar estos patrones sin identificarse completamente con ellos.
4. Descentramiento: El descentramiento implica distanciarse de los pensamientos y emociones, observándolos como eventos mentales temporales en lugar de hechos definitivos sobre uno mismo. La práctica de mindfulness fomenta este descentramiento.
5. Aceptación y No Juicio: A través de la práctica de mindfulness, se fomenta la aceptación de las experiencias presentes tal como son, sin juzgarlas. Esto puede ayudar a reducir la lucha contra los pensamientos y emociones, lo que a su vez puede disminuir la intensidad de los síntomas emocionales.
6. Prevención de Recaídas: En el caso de la depresión, MBCT se ha utilizado principalmente para prevenir recaídas. Al ayudar a las personas a reconocer los signos tempranos de la depresión y a responder de manera diferente a ellos, se pretende evitar el retorno a patrones negativos de pensamiento y comportamiento.

En resumen, la Terapia Cognitiva Basada en Mindfulness utiliza la atención plena para cambiar la relación de una persona con sus pensamientos y emociones, fomentando una actitud de aceptación y reduciendo la identificación con patrones de pensamiento negativos. Esta combinación de enfoques cognitivos y mindfulness puede ser efectiva para diversas condiciones emocionales, aunque la aplicación específica puede variar según el trastorno o la problemática tratada.

 La Estimulación Magnética Transcraneal (EMT o TMS, por sus siglas en inglés) es una técnica no invasiva que utiliza campos magnéticos para estimular áreas específicas del cerebro. Esta técnica tiene aplicaciones en la investigación neurocientífica y, en algunos casos, en la práctica clínica. 

Se utiliza para tratar diversos trastornos como adicciones, anorexia, bulimia, tinnitus, depresión, ansiedad, insomnio entre otros.

En muchas ocasiones algunos asuntos de tipo legal como divorcios, adopciones, pérdida de la patria potestad, violencia psicológica, violencia intrafamiliar, etc. requieren de un psiquiatra para ayudar al juez orientar sus decisiones en litigios civiles o penales.

En nuestra clínica contamos con peritos en psiquiatría de amplio prestigio profesional y gran experiencia en el trabajo con abogados e instituciones públicas y privadas.

La enfermedad mental en la tercera edad tiene unos condicionantes diferentes al resto de la población. 

Existen cambios importantes en su situación social. Suele haber un empeoramiento de la salud física que se manifiesta en una mayor vulnerabilidad a la enfermedad. 

El tratamiento psicológico y psiquiátrico ayuda a las personas de la tercera edad y a sus familiares a lograr una mejor calidad tanto en pacientes como en sus familiares.

En CICC ofrecemos cursos y talleres para certificar a profesionales de la salud mental que desean ampliar sus conocimientos tanto teóricos como prácticos en el tratamiento psicológico, psiquiátrico y neurológico.

A lo largo de 25 años de ofrecer estos servicios hemos capacitado a cientos de profesionales que hoy ofrecen una mejor atención terapéutica a sus pacientes,

También ofrecemos cursos y talleres a empresas.